El mundo contemporáneo es testigo y juez de los trágicos eventos asociados con una de las catástrofes más terribles en la historia de la humanidad, que ocurrió el 26 de abril de 1986 en la central nuclear de Chernobyl.
Según diversas estimaciones de especialistas, las consecuencias de la fuerte explosión de la cuarta unidad de potencia de la instalación nuclear se equiparan a la explosión de 500 bombas atómicas lanzadas por los estadounidenses sobre Hiroshima japonesa en 1945. La propagación del material radiactivo fue rápida y masiva. Las lluvias radiactivas cayeron no solo en toda Europa, sino también en las Islas Británicas e Irlanda.
Estadísticas de Chernobyl
De acuerdo con los datos de las comisiones de expertos, aproximadamente 1 millón de personas de toda la URSS participaron en la liquidación del accidente de Chernobyl. Cerca de 10 mil personas murieron por los efectos de la explosión, más de 70 mil quedaron discapacitadas.
Concretamente en Ucrania, alrededor de 2 millones de personas se han expuesto a la radiación como resultado del accidente. Alrededor de 9 millones de personas en Bielorrusia, Rusia y países europeos. Casi 48 mil personas fueron evacuadas permanentemente de Pripyat.
Al desastre en la planta de energía nuclear de Chernobyl se le asignó el séptimo nivel de peligro de acuerdo con la Escala Internacional de Eventos Nucleares, como un desastre local con consecuencias globales para la población mundial.
El impacto del accidente en el desarrollo de la industria nuclear
El desastre de Chernobyl impactó radicalmente miles de vidas humanas. Condujo a enormes pérdidas económicas y causó un daño increíble a la industria nuclear. Estas consecuencias obvias de la tragedia en la planta de energía nuclear son un hecho comprobado, pero existen esos ecos que la comunidad mundial seguirá sintiendo en las próximas décadas.
El desastre de Chernobyl es una muestra de toda la secuencia de fallas y debilidades en la industria global de energía nuclear.
Inmediatamente después de la tragedia, debido a la falta de conciencia, falta de especificidad sobre sus causas y consecuencias, estallaron protestas en la comunidad mundial.
Al mismo tiempo, los científicos trataron de sistematizar sus conclusiones sobre las causas y consecuencias del accidente. En los países de la antigua Unión Soviética, el proyecto cesaba gradualmente y la construcción de nuevos reactores nucleares se congeló. Una panorama similar se observaba en Europa occidental y América del Norte.
A lo largo de 15 años tras la tragedia de Chernobyl, no se construyó ni una sola central nuclear.
Consecuencias ecológicas del desastre
Como resultado de dos potentes explosiones del reactor, durante los próximos días, se liberaron a la atmósfera una gran cantidad de sustancias radiactivas y metales pesados. El nivel de radiación y polvo radiactivo excedió el permitido a cientos de veces. Los focos de contaminación se concentraron principalmente en áreas abiertas.
Las calles de la zona de exclusión, las autopistas, las paredes, los techos de las casas y edificios, las plazas y las áreas del parque mostraron un nivel de radiación muchas veces mayor que su valor permitido.
Esto se volvió tan obvio y peligroso que las autoridades se vieron obligadas a aplicar medidas de seguridad para los civiles. La población de la ciudad de Pripyat, las aldeas y pueblos más cercanos en el radio de 30 km alrededor de la central nuclear fueron evacuados. Hasta la fecha, permanecen prácticamente desiertos.
Ecologia de tierras agricolas
Miles de hectáreas de suelo negro destinadas a la producción de cultivos agrícolas resultaron ser inadecuadas.
Una situación catastrófica ha surgido con la migración de sustancias radiactivas por las cadenas del suelo. Como resultado, su acumulación en el cuerpo humano. Como resultado, se cerraron decenas de granjas colectivas y granjas estatales, y se liquidaron granjas. El complejo agroindustrial sufrió graves pérdidas.
Con el paso del tiempo, la concentración de sustancias radiactivas en el suelo disminuye. Hay varias razones para ello. Esto se debe principalmente a la intemperie, la descomposición, así como a la penetración gradual de los desechos descompuestos en las capas más profundas del suelo. Sin embargo, incluso ahora, grandes extensiones de tierras agrícolas siguen siendo inadecuadas para su uso previsto.
Ecología de recursos hídricos
El agua es la fuente de vida, por lo que era de vital importancia resolver rápidamente el problema de infección de masas de agua.
Sirvió de ayuda que en el agua se concentraran en mayoría las sustancias con un corto período de descomposición. Después de un tiempo, su contenido disminuyó naturalmente. Esto también está relacionado con la lixiviación de residuos de radiación de larga vida del agua subterránea.
Su nivel actual se aproxima a la norma permisible y no daña la salud humana y el medio ambiente en general.
Chernobyl hoy: ecología de los recursos forestales y animales
La difusión del polvo radiactivo y alto grado de su absorción condujo a la destrucción total de coníferas y arbustos en el radio de 10 kilómetros alrededor de la central nuclear de Chernobyl. Los árboles de hoja caduca se vieron menos afectados.
Las áreas forestales afectadas han pasado a llamarse “bosque rojo”. Las setas, las bayas y otros alimentos aún están prohibidos al consumo. En el territorio convencionalmente designado como zona de exclusión, el riesgo de contenido de cesio en los productos alimenticios sigue siendo bastante alto.
Dado el largo tiempo de descomposición de este elemento, incluso con una situación medioambiental relativamente favorable, cientos de hectáreas de bosque seguirán siendo inadecuados durante al menos decenas de años. La naturaleza, privada de más de 30 años de presencia humana en ella, hoy fascina con su diversidad del mundo animal.
Y aunque a poco tiempo después de la tragedia era imposible mirar sin lágrimas a los animales muertos o solitarios en la zona de exclusión, hoy el territorio de Chernobyl habitado por pájaros y animales puede competir por su seguridad con las reservas mundiales y los parques nacionales.
Debido a la selección natural, la población de algunas especies animales impresiona no solo a los turistas que llegan aquí, sino también a los especialistas zoólogos. La tragedia en la Estación Nuclear se llevó la vida de cientos de representantes de la flora y la fauna, pero la vida no cesó aquí.
La población de lobos y zorros, alces y ciervos, búhos y águilas, castores y nutrias de río, linces y jabalíes, liebres, corzos prospera exitosamente. Algunas especies de animales ya figuran en el Libro Rojo (lista de especies en peligro de extinción).
