Chernobyl: residuos radiactivos
Chernobyl: residuos radiactivos

La vida humana supone la generación constante de todo tipo de residuos. Esto incluye no solo combustible, sino también electrodomésticos deteriorados, chatarra e incluso aguas residuales. La gente ni siquiera sospecha cuán tóxica puede ser una tubería oxidada que haya estado durante años cerca de su hogar. Vamos a ver de dónde provienen los desechos radiactivos y qué tipo de amenaza representan.

Para empezar tenemos que comprender el concepto de “residuo radiactivo”. Su definición más simple es más o menos la siguiente: son objetos y bienes cuyo uso o funcionamiento haya cesado y cuya contaminación radiactiva excede los límites establecidos por el derecho internacional.

Se conoce que para la fabricación de cualquier artículo se aplican los procedimientos asociados con ciertos tipos de reacciones fisicoquímicas. Por ejemplo, tiene un samovar de metal, cuya actividad de radionúclidos excede las normas permitidas.

Y esto significa que está contaminado y ya no está en uso, nadie lo utiliza para preparar té. El samovar acumula polvo en el ático de su casa. Este tipo de objeto se puede atribuir con seguridad a los desechos radiactivos. Esto se aplica a las tazas o jarras de porcelana, que por alguna razón se han vuelto inútiles, nadie las usa y han estado guardadas todas juntas durante décadas en el ático.

Muy a menudo, en algunos países, se hace una clasificación especial, según la cual los residuos radiactivos también incluyen combustible nuclear gastado, y la actitud hacia este tipo de residuos es también especial. Cabe señalar que algunos desechos radiactivos contienen isótopos de plutonio y uranio, que a su vez son capaces de fisión, por lo tanto, se clasifican por separado, dado que estos materiales pueden usarse para la fabricación de armas nucleares.

¿De qué se componen los residuos radiactivos?

Existen suficientes fuentes para su creación, la principal es la energía nuclear. Durante el funcionamiento de las centrales nucleares, se utiliza una gran cantidad de todo tipo de residuos. Estos incluyen:

  • equipo desgastado
  • sistemas de ventilación y filtro
  • uniformes
  • varios objetos y equipos del núcleo del reactor, etc.

Esta lista puede continuar, y todos sus componentes pertenecerán a uno de tres grupos: fragmentos de fisión, elementos de transuranio y productos de activación. Como resultado de la reacción de desintegración, el núcleo mayor, habiendo absorbido un neutrón, se desintegra en dos partes.

Además, el uranio-235 y el plutonio-239, que son los principales isótopos en el reactor nuclear, se descomponen en piezas asimétricas. Como resultado, se forman isótopos ligeros: estroncio, tecnecio, rutenio, rubidio; y pesados: isótopos de yodo, cesio, bario, cerio. La mayoría de los productos de fisión se descomponen en un período de tiempo relativamente corto, de 5 a 15 días.

El principal problema son los isótopos de cesio-137, cuya vida media es de al menos 30 años. Solo después de 300 años, su vida media disminuirá en 1000 veces, y hasta ese momento su legado destructivo seguirá siendo bastante notable.

Rayos Alfa, Beta y Gamma 

Estos tres tipos de radiación tienen diversos grados de penetración. Son críticamente peligrosos los rayos gamma, las llamadas ondas electromagnéticas de alta energía, que pueden formarse durante varios tipos de desintegración radiactiva. Penetran muy fácil y rápidamente en el cuerpo humano, y para protegerse, es necesario utilizar materiales pesados con alto espesor y densidad, como el plomo.

Los elementos transuránicos se forman de manera diferente. Su aparición es posible solo en condiciones de la captura secuencial de varios neutrones y siempre que el núcleo no haya sufrido fisión. En el proceso de las funciones de conversión, se forman plutonio, americio y otros isótopos. Los isótopos mencionados tienen la vida media muy larga, por ejemplo, la vida media del plutonio dura de 239 a 24110 años, además, conllevan el riesgo de radiación gamma y tienen altas propiedades de liberación de calor.

Precisamente a causa de la presencia de emisiones transuránicas no es posible en el futuro cercano revitalizar y renovar las actividades económicas habituales en la zona de exclusión de Chernobyl. Como se mencionó anteriormente, 300 años son suficientes para que el cesio-137 reduzca su presencia en 1000 veces, pero para el plutonio-239, diez vidas medias serán al menos 241 100 años. Estas son cifras cósmicas, pero que necesitan ser comprendidas.

En principio, cualquier objeto cuyo funcionamiento es restringido o completamente imposible, y está contaminado con isótopos, puede considerarse residuo radiactivo. Aunque algunos de ellos todavía están sujetos a la descontaminación. Por ejemplo, con la ayuda de compuestos de lavado especiales, se puede hacer una solución de descontaminación con la que es posible eliminar los isótopos de radiación de la superficie de los objetos.

Si retomamos el ejemplo del samovar y tratamos de lavar su superficie interna y externa con un agente descontaminante, como resultado eliminaremos el samovar de la categoría de desechos radiactivos, asimismo recibimos desechos de radiación líquida en forma de agua diluida con la solución con el que se lavó el samovar.

También cabe señalar que los objetos pueden contaminarse por medio de la penetración de radionucleidos de origen natural en su superficie. Esto se aplica a las plataformas de perforación sujetas a contaminación como resultado de su uso en rocas del suelo que contienen uranio, torio y radio. Lo mismo se aplica a los productos de porcelana hechos de rocas de arcilla similares: el lugar de extracción de arcilla juega un papel importante.

Con el fin de adaptar las normas nacionales para la clasificación de los desechos de radiación a las normas de los requisitos del OIEA y acercarlas a la escala internacional, se están tomando una serie de medidas especiales en Ucrania.

¿Cuál es la finalidad de este trabajo? En primer lugar, esto es necesario para distinguir tipos de desechos radioactivo y determinar correctamente las opciones para su eliminación; el orden y la profundidad de su entierro depende de esto. Esto ayudará a racionalizar los gastos para encontrar fuentes de asignación de fondos para el entierro, la búsqueda de lugares especiales para ello y, al mismo tiempo, garantizar sus condiciones seguras.

En resumidas, los residuos radiactivos requieren atención especial, tanto por parte del estado como de la sociedad civil.