La presencia de un gran número de personal militar en la zona de Chernobyl requirió un apoyo material, técnico y comercial apropiado. Se establecieron tareas para los equipos, se estudió la necesidad de recursos materiales y maquinaria.
A pesar de las difíciles condiciones organizativas de los primeros días, cuando todos los comercios estatales y cooperativos dejaron de funcionar en el área del accidente, la comisión logró, no obstante, establecer el trabajo normal en el menor tiempo posible.
Ya el 27 de abril de 1986, sobre la base de la planta de catering público de Voentorg-418, se formaron y desplegaron comedores de campo directamente en Chernobyl y otros asentamientos. Solo en una cafetería de campo ubicada en el estadio de Chernobyl comieron más de 3.000 personas.
En la zona comenzaron a funcionar las 24 horas 20 talleres. Un poco más tarde se convirtieron en 80, que disponían de una amplia gama de alimentos e industriales. Todo lo que necesitaban los soldados, sargentos, oficiales, empleados, todos los participantes en la liquidación de las consecuencias del accidente.
Además de los trabajadores militares, en la zona trabajaban peluqueros, zapateros, costureras, etc. En total, más de 2.000 personas pasaron por los comercios militares del Distrito Militar de Kiev ubicado en la zona de Chernobyl. Especialistas en todas las industrias: comercio, restauración pública y servicios al consumidor. A mediados de mayo, se instalaron 12 comedores de campo en la zona de la central nuclear de Chernobyl. También funcionaban 20 tiendas, 10 casas de té y 82 tiendas de camiones.
Pero, a pesar de todos los esfuerzos, se hizo evidente que la tarea era imposible. Se tenía que prestar servicios a la región de Chernobyl con la ayuda únicamente de trabajadores a tiempo completo. El 14 de mayo de 1986, sobre la base de una directiva del Estado Mayor del Ministerio de Defensa de la URSS, por primera vez en condiciones pacíficas, se movilizaron 300 efectivos de servicio del personal asignado para 960 departamentos comerciales militares.
Defensa Civil: los pros y los contra
El accidente en la central nuclear de Chernobyl fue una seria prueba de la capacidad de actuar en situaciones de emergencia. Fuerzas colosales de Defensa Civil participaron en la zona de Chernobyl. Trabajadores políticos de la defensa civil prestaron gran atención al trabajo político y educativo con el personal. Utilizaron 26 clubes de autos móviles, 63 instalaciones de cines, 404 televisores, 228 receptores de radio, 116 centros de radio, 43 bibliotecas con un fondo total de 60 mil libros.
Algunas dificultades tradicionalmente existen entre el personal militar. Pero a pesar de eso seis meses después del accidente y del inicio del trabajo de todo el contingente militar no hubo accidentes. Casi el 90% de las unidades de las tropas vivían sin delitos ni accidentes.
Junto con una valoración positiva del trabajo y un enorme agradecimiento a los militares de diversos tipos de tropas que participaron en la eliminación de las consecuencias del accidente, cabe señalar algunas deficiencias importantes. Los propios participantes del primer período de trabajo en Chernobyl lo evaluaron más tarde de manera bastante crítica. “Realmente, se podría haber hecho mucho más rápido o se podría haber optimizado la organización, y algunas cosas hubieran sido mejor no haberlas hecho en absoluto…”.
En los primeros días, muchos participantes en la liquidación de las consecuencias del accidente de Chernobyl no imaginaban el peligro total al que estaban expuestos al acercarse al reactor destruido. Pero siempre había gente cerca del reactor que estaba observando, volando en helicópteros no equipados con protección, muchos militares y civiles estuvieron durante mucho tiempo en los lugares contaminados de la cuarta unidad de potencia.
Se sintió una subestimación del peligro en las acciones de algunos militares, incluidos los oficiales de las fuerzas químicas. Al ignorar los requisitos de seguridad radiológica, la violación de sus principios básicos atestigua la incompetencia de los oficiales. El nivel de aprendizaje y preparación psicológica para realizar tareas en condiciones reales de peligro fue insuficiente.
Incompetencia o ineficacia
Trabajar en condiciones de alta contaminación radiactiva requería una adecuada protección. Lamentablemente, era prácticamente inexistente en aquel momento. Esto con indignación lo comentaban más tarde muchos participantes de los hechos. La protección radiológica de los trabajadores en la construcción del refugio y en el sitio industrial de la central nuclear de Chernobyl fue la tarea más importante.
Sin embargo, en algunas de las tropas, la protección fue absolutamente mediocre. El ejército resultó no estar preparado ni para una guerra nuclear ni para trabajar en condiciones adecuadas. Posteriormente, los propios militares señalaron que las fuerzas armadas del país y su parte constituyente, la Defensa Civil, resultaron prácticamente desprevenidas desde el punto de vista profesional para un suceso como el desastre de Chernobyl.
Muchos hechos hablan sobre el nivel de su baja competencia, falta de preparación e ignorancia. El 2 de mayo de 1986, en las instalaciones del Comité Ejecutivo de la ciudad de Chernobyl, unos 60 generales de la Defensa Civil estaban sentados en completa postración; simplemente no entendían lo que debían hacer, no sabían cómo organizar el trabajo y algunos simplemente se negaron a trabajar.
En los años posteriores al accidente, se formó la opinión de que un papel negativo jugó la subordinación de la energía nuclear al Ministerio de Energía de la URSS. Es decir, a una estructura que no tiene un nivel suficiente de conocimiento y comprensión de las peculiaridades del funcionamiento de la energía nuclear.
Teniente General Gorbachov, el jefe del grupo operativo de las tropas de ingeniería del Ministerio de Defensa, culpaba al Ministerio de Construcción de máquinas. Creía que la desorganización que tuvo lugar en la etapa inicial de eliminar las consecuencias del accidente recaía en el liderazgo del Ministerio.
Según aseguraba, este ministerio traspasó el “control de energía atómica” a manos de los dirigentes analfabetos del Ministerio de Energía. Quienes, a su vez, no tenían idea de las especificidades de su funcionamiento y no disponían de base elemental para formación de especialistas calificados.
La población civil, científicos, militares de la URSS hicieron su importante contribución para minimizar las consecuencias del accidente de Chernobyl. Sin embargo, todos sus esfuerzos en esas condiciones extremas, lamentablemente, no siempre estuvieron asegurados por la actitud adecuada del Estado. No se organizaron condiciones de vida y de trabajo seguras. Otros acontecimientos mostraron que el destino de casi 600 mil personas que pasaron por Chernobyl, no resultó ser como se merecían.