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Desastre de Chernobyl: la muerte de Legasov

Desastre de Chernobyl: la muerte de Legasov
Desastre de Chernobyl: la muerte de Legasov

El equipo de especialistas, tras la evaluación de las capacidades operativas del reactor, concluyó que este no cumplía con los requisitos de seguridad modernos.

Las características técnicas de las estructuras fueron insatisfactorias. El informe final, considerado internacionalmente objetivo y no sesgado, revela el dato incontrovertible de que los reactores RBMK (Reactor de condensador de alta potencia) son potencialmente peligrosos, la magnitud de un accidente causado por su uso sería enorme.

Los ingenieros de Chernobyl no sabían que el reactor pudiera aumentar la energía acelerando bajo ciertas circunstancias. Además, en referencia a la opinión de expertos, no existe garantía de que incluso la eliminación de una serie de imprecisiones en el diseño del reactor lo haga más o menos seguro.

Consideran que podría haber docenas de otras situaciones, cuyo desarrollo llevaría a consecuencias similares al accidente de Chernobyl.

“El accidente era inminente. Si no hubiera sucedido ahora, dadas las circunstancias, podría haber sucedido en cualquier otro momento. Se intentaba volar esta estación dos veces, pero solo se hizo el tercer año. Como ya se sabe ahora, no hubo un solo año en la central nuclear sin emergencias. También se conocieron los defectos de diseño del reactor RBMK, pero ni el ministerio ni la Academia de Ciencias de la URSS no sacaron conclusiones relevantes».

Estas palabras no pertenecen a un estudio alternativo de los eventos del accidente de Chernobyl. Estos son comentarios oficiales de miembros de la comisión, encargada de la determinación de las causas del desastre.

Es más, no son palabras de los disidentes de la física nuclear, sino de los jefes de los partidos. Tampoco los académicos Valery Legasov y Anatoly Alexandrov, inventores del monstruo nuclear, descartaban su amenaza potencial. Entendían y reconocían las deficiencias de su invento.

En 1975, hubo un accidente en la central nuclear de Leningrado, en 1982, uno similar en Chernobyl. El desastre de Chernobyl se podía haber previsto hasta el último minuto. El accidente no fue el primero en la estación, pero el único que resulto ser desastre ecológico a escala planetaria del siglo pasado que cobró cientos de vidas.

Tememos a la verdad…

Aunque la comisión gubernamental reconoció las imperfecciones del reactor, incluida la reacción inadecuada de la cadena de enlaces tecnológicos a las acciones de los operadores, sin embargo, el sello «alto secreto» se impuso inmediatamente en el acta de la reunión. Se clasificaron los materiales de la comisión de investigación y, un mes después, se identificaron los supuestos culpables.

El periódico Pravda, con el permiso del Politburó, literalmente imprimió el siguiente mensaje: «Se estableció que el accidente ocurrió debido a una serie de violaciones graves de normas de explotación del reactor por parte de los empleados de la planta de energía».

Esto significaba que había una versión objetiva de «para uso interno» y otra – «para todos los demás». Cada versión muy diferente de la otra.

En el tribunal,  los expertos de la principal oficina de construcción del Instituto Kurchatov hicieron la siguiente declaración:

«El rector no es explosivo si su explotación es correcta»

Es difícil imaginarse cómo siguen viviendo con esa conclusión y si no sufren de pesadillas por las noches. Sin embargo, oficialmente se divulgaba esta opinión en particular.

Los argumentos que confirman la culpa del personal y de los funcionarios de la central nuclear de Chernobyl fueron aceptados como «la verdad única». También sirvieron como base para el veredicto de la OIEA, que incluía materiales proporcionados por la parte soviética con el discurso del académico Legasov.

Más tarde, después del colapso de la URSS, en 1993, como resultado de una investigación adicional realizada por el Gosatomnadzor, la OIEA publicó su versión del informe actualizada y refinada con algunas circunstancias. Los expertos constaron objetivamente sobre las características peligrosas de construcción del reactor, al mismo tiempo, para ser justos, señalaron que no había razones para relevar la responsabilidad del personal de la central nuclear.

Como se esperaba, también registraron una falta total de interacción constructiva entre el grupo de ingeniería de CA y los constructores y diseñadores científicos. En resumidas, los responsables del uso del reactor no tenían idea de su potencial peligro de explosión.

El mismo Legasov, en sus declaraciones documentadas, lamentaba que no se les ocurriera a los diseñadores y planificadores proporcionar al reactor una protección potente y segura para que el personal de la estación, realizando maniobras técnicas, no pudiera dañarlo.

La muerte de Legasov y Alexandrov

Dos años después del accidente de Chernobyl, al académico Legasovle encontraron muerto en su oficina. Versión de la investigación: se suicidó debido a un estado moral y psicológico extremadamente deprimido. Había y sigue habiendo quienes no están de acuerdo en que Legasov se suicidara. Se puede suponer con seguridad que ambas partes tienen sus razones objetivas.

El académico Aleksandrov, inmediatamente después del accidente de Chernobyl, fue despedido del puesto de presidente de la Academia de Ciencias, a su propia petición. En 1994, cuando ya tenía cierta edad, murió, pero también en circunstancias muy dudosas; su cuerpo fue encontrado en un automóvil con el motor en marcha.

Poco después del accidente de Chernobyl, el constructor jefe de la RBMK, el académico Nikolai Dollezhal, se jubiló. Es de destacar que a principios de la década de 1990 fue interrogado en el caso de Chernobyl, y unos años más tarde fue presentado para un premio del estatal. Asimismo, se iniciaron procedimientos penales contra varios funcionarios de otros partidos.

Entre ellos, Vladimir Shcherbitsky, el primer secretario del Comité Central del Partido Comunista de Ucrania, que insistió en celebrar, después de solo tres días, el desfile del Primero de Mayo en Kiev, donde se registró el nivel crítico de radiación. Entre ellos también se encuentran el Presidente del Consejo de Ministros, Alexander Lyashko, el Presidente del Presidium del Consejo Supremo, Valentina Shevchenko, el Ministro de Sanidad de Ucrania, Anatoly Romanenko.

Es muy revelador el hecho de que el 24 de abril de 1993, el caso penal contra los líderes del partido quedó cerrado. Tal decisión del tribunal se justificaba con el vencimiento del plazo de prescripción. Hoy, cuando han pasado más de 30 años desde la tragedia de Chernobyl, existen diferentes opiniones en cuanto al llamado «vencimiento del plazo».

No existe un vencimiento de plazo para esos acontecimientos que se llevaron vidas humanas. Para aquellos que sobrevivieron en Chernobyl, la tragedia hasta el día de hoy resuena con dolor en el corazón y deja una herida espiritual incurable, una especie de ecocidio que destruyó masivamente no solo parte del mundo vegetal y animal, sino también la creencia de que la justicia existe.

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